En el mundo de la distribución, adaptarse es clave. Hoy, ser rápido y eficiente es vital, y los métodos de antes ya no alcanzan. Si tienes una empresa mediana o una distribuidora tradicional y quieres crecer, necesitas algo más que solo mover productos; debes coordinar toda tu cadena de suministro para que sea rentable y tus clientes estén contentos.
Este artículo te dará ideas para mejorar cómo distribuyes tus productos, desde la planificación hasta la tecnología que puede cambiar tu negocio. Queremos darte lo que necesitas para que tu empresa no solo siga adelante, sino que le vaya bien.
1. ¿Cómo está tu cadena de suministro ahora?
Antes de hacer planes, debes saber dónde estás ahora mismo. Si tu empresa es como la mayoría, puede que tengas estos problemas:
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No sabes bien qué tienes en el inventario: No controlas tu stock al momento. Saber qué productos tienes, dónde están y cuándo los necesitas se hace a mano y con errores. Esto causa faltantes o excesos, lo que cuesta dinero.
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Tus procesos no se conectan: Los equipos de ventas, almacén y finanzas trabajan separados. Los pedidos se toman por teléfono, se escriben en papel y se pasan a distintas computadoras, lo que causa errores y demoras.
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Tus rutas no son buenas: Planificas las entregas según lo que sabe el transportista, pero puede que no sea lo más rápido ni lo más barato, lo que aumenta los gastos de combustible y los tiempos de entrega.
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No puedes rastrear los productos: Saber dónde está un producto desde que sale hasta que llega al cliente es muy importante, pero es difícil y casi nunca se hace bien.
Saber cuáles son tus puntos débiles es el primer paso para mejorar. Lo bueno es que puedes hacer algo al respecto.
2. Cómo distribuir tus productos: Escoge lo que te sirva
Tu estrategia de distribución es tu plan principal para llevar tus productos al cliente. Hay tres opciones básicas:
a) Distribución Intensiva
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Qué es: Intentas que tu producto se venda en todos lados. Quieres que esté disponible para que el cliente lo encuentre fácilmente.
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Cuándo usarla: Es buena para productos que la gente compra mucho, como útiles escolares, electrónicos pequeños o productos de limpieza.
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Lo difícil: Necesitas una buena logística y controlar mucho tu inventario para que no te falten productos. Los márgenes de ganancia suelen ser bajos, así que debes ser muy eficiente.
b) Distribución Selectiva
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Qué es: Eliges bien dónde vender tus productos. Priorizas la calidad del servicio, la imagen de tu marca o llegar a un tipo de cliente específico.
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Cuándo usarla: Es ideal para productos que tienen algo especial, como equipos de sonido, herramientas profesionales o cosméticos de marca.
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Lo difícil: Debes manejar bien la relación con tus clientes. Necesitas una venta más personal y asegurarte de que tu marca sea atractiva.
c) Distribución Exclusiva
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Qué es: Vendes tu producto solo a través de un lugar o persona en una zona. Es la opción más limitada.
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Cuándo usarla: Se usa para productos muy especiales o de lujo, como relojes caros, vehículos especiales o muebles de diseño.
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Lo difícil: Debes confiar mucho en tu socio de distribución, ya que él representa tu marca en el mercado.
Si tienes una empresa mediana, lo mejor suele ser combinar estas opciones.
3. Usa la tecnología para trabajar mejor
Cuando sepas qué estrategia usar, debes tener las herramientas para llevarla a cabo. Aquí es donde la tecnología es fundamental.
a) Deja de hacer todo a mano y automatiza
Hacer las cosas a mano es un problema. Controlar el inventario en hojas de cálculo, tomar pedidos por teléfono y planificar rutas sin ayuda de nadie te hace menos competitivo. Un sistema ERP es como el cerebro de tu empresa, que une y automatiza todo esto.
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Pedidos fáciles: Un ERP permite recibir pedidos de muchas formas y los conecta con el stock y las rutas de entrega.
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Controla tu inventario al momento: Cada vez que un producto entra o sale, se registra al instante. Así no tienes sorpresas ni pérdidas por tener mucho o poco stock.
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Mejora tu reabastecimiento: Los ERP modernos calculan y avisan cuando deberías volver a aprovisionarte, clave para no tener roturas de stock y problemas con tus clientes.
b) ¿Por qué es importante rastrear tus productos?
Saber dónde están tus productos te da una ventaja. Un buen ERP te permite seguir cada lote desde que llega al almacén hasta que se entrega al cliente. Si hay una devolución o un problema, puedes encontrar y arreglar las cosas rápido.
4. Nube3i: Tu aliado para la digitalización
Si tu empresa es una distribuidora tradicional que busca modernizarse o una empresa mediana que ha crecido mucho, elegir el ERP correcto es clave. Necesitas algo que se adapte a tu sector.
Nube3i ofrece un ERP diseñado para empresas de distribución como la tuya. Su plataforma une todos los procesos y los adapta a las dificultades del mercado.
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Automatización total: Nube3i automatiza lo más pesado, como tomar pedidos y facturar, para que tu equipo se dedique a cosas más importantes.
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Control de almacén inteligente: Un sistema integrado te ayuda a organizar tu almacén, preparar pedidos y controlar el inventario con precisión.
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Rastreo completo: Con Nube3i, es fácil rastrear lotes y manejar garantías, cumpliendo con tus normas y dejando contentos a tus clientes.
Pasar de hacer las cosas a mano a usar un ERP cuesta dinero, pero es invertir en el futuro de tu empresa. Una distribuidora digital es más competitiva, eficiente y rentable. Puedes tomar decisiones basadas en datos y adaptarte a los cambios del mercado.
La eficiencia es lo más importante
Para ser competitivo, debes mejorar tu cadena de suministro. Las empresas que triunfan no son las que más trabajan, sino las que lo hacen de forma más inteligente.
Si quieres que tu negocio crezca, reducir gastos y que tus clientes estén satisfechos, revisa tus procesos y piensa en digitalizarte. Un ERP como el de Nube3i es más que un software; es un socio que te ayuda a cambiar tu empresa y prepararte para el futuro.
Digitalizarse puede parecer complicado, pero con la estrategia correcta, te llevará a crecer y tener más control.